El Gobierno analiza normas más estrictas para cambiar hábitos de consumo. La información nutricional que se brinda al consumidor genera un creciente punto de tensión entre el Gobierno y las empresas del sector.
El 15 de junio pasado, los ministerios de Salud de los países del Mercosur (entre ellos, la Argentina) firmaron una declaración en la que acordaron impulsar el etiquetado frontal de alimentos para identificar los productos procesados con agregados de nutrientes que, según su proporción, son considerados «nocivos», como sal, grasas y azúcar.
En el sector de la alimentación, uno de los más competitivos de la industria local, trabajan unas 500.000 personas y genera exportaciones por US$26.000 millones al año.
Facebook
Twitter
RSS