El gobierno británico extendió su prohibición de fumar a los vehículos en los que viajen menores, con lo que la legislación británica antitabaco pasa así a ser una de las más estrictas del mundo.
Con este cambio legal se busca «proteger a niños y adolescentes de los efectos dañinos del humo de terceros», señala en el comunicado el gobierno. La ley se aplica a Inglaterra y Gales.
Exponiendo a los menores al tabaco de los cigarrillos se incrementa el riesgo de enfermedades como la meningitis, el cáncer, la bronquitis, la neumonía y el asma.
Además, las autoridades introdujeron una disposición adicional en la normativa por la que se prohíbe a los comerciantes vender cigarrillos eléctronicos y líquidos para esos dispositivos a menores de 18 años, así como que los adultos compren esos productos para alguien menor de esa franja de edad.
En Reino Unido, donde ya existe la prohibición de fumar en lugares públicos, los fumadores suman 10 millones de personas.
Según los datos del gobierno, anualmente unos 200.000 menores se ven expuesto al tabaco de terceros.
Agencia DPA
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