La Organización Mundial de la Salud (OMS) prepara una serie de directrices para asesorar a los Estados sobre la ingesta de grasas saturadas e hidrogenadas (o trans) con el objetivo de reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
El organismo internacional pidió a los Estados miembros a participar en la consulta pública hasta el próximo 1 de junio, en la que pueden compartir su opinión respecto a las directrices. Seguidamente, ofrecerá una guía para reducir el consumo de grasas trans.
Las grasas saturadas no deben superar el 10 por ciento del total de la ingesta de calorías diarias y se debe reducir al uno por ciento las grasas hidrogenadas.
Asimismo, recomienda a los Estados educar a la población sobre el consumo de grasas saturadas y trans, al igual que las medidas que pueden aplicar para prevenir las enfermedades que estas provocan.
¿Qué alimentos contienen grasas saturadas e hidrogenadas?
Las grasas saturadas se encuentran en la mantequilla, la leche, la carne, el salmón, los huevos y varios productos derivados de plantas, como el chocolate o el aceite de palma.
Las trans se producen industrialmente y se hallan en productos de pastelería, patatas fritas y muchos de los aceites usados por vendedores ambulantes de comida o en los mejores restaurantes.
Aumento de enfermedades cardiovasculares
En 2016, las enfermedades cardiovasculares fueron la principal causa de muerte en el mundo. Muchas de ellas pueden prevenirse a través de una dieta saludable, ejercicio regular, reducir el consumo de tabaco y del alcohol.
El consumo de grasas saturadas e hidrogenadas está directamente relacionado con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
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