Por un largo rato, el hospital Eduardo Oller, en la localidad de Quilmes, fue “tierra de nadie”. Es que el fin de semana, un grupo de personas que acompañaba a un paciente que llegó con un paro cardíaco, generó destrozos, atacó a un médico y robó medicamentos y otros elementos. El hecho, uno más en la larga lista de incidentes graves en la salud pública bonaerense, puso en alerta al gremio CICOP, que repudió la situación, y pidió al Ministerio de Salud provincial que tome medidas preventivas. Por los hechos no hay detenidos, y algunos testigos aseguran que el accionar policial fue deficiente.
Los relatos de la noche trágica se cruzan, y apuntan primero a problemas en la atención del paciente, y luego a una reacción violenta que dejo destrozos, heridos y amenazas. Según el diario Página/12, Gastón Gómez ingresó a la una y media de la madrugada del domingo a la guardia del hospital Oller “con un diagnóstico médico erróneo de otro centro médico, se descompensó dos veces en la sala y falleció en una camilla mientras aguardaba ser trasladado a una unidad coronaria del hospital de Quilmes”. Esto desató laa furia de unas 10 personas que lo acompañaron, que comenzaron a increpar a un médico, los enfermeros y el personal de limpieza. Acto seguido, destrozaron las instalaciones del hospital y según los relatos, robaron medicamentos y otros elementos.
“Nos amenazaban con prendernos fuego mientras lo atendíamos”, relató Sara, una de las enfermeras del Oller. «Nos pidieron que nos retiráramos porque nos iban a matar a nosotros. Fuimos rociados con alcohol y corridos con encendedores. Destrozaron el sector del shockroom y golpearon a nuestros compañeros. Había 4 oficiales de la Policía Local, pero no sé si estaban en servicio», agregó. En tanto, Noelia, otra de las empleadas del centro de salud solanense, dijo: «cuando ingreso por el sector de entrada había un hombre que me dijo si ingresás sos boleta, ingresamos igual y nos encontramos con el óbito en el shockroom. Los familiares rompieron todo y los médicos se retiraron para hacer la denuncia». «Yo recibí un cascotazo y los destrozos continuaron hasta las 9 de la mañana. Nunca jamás vi una cosa como esta, nosotros trabajamos con lo poco que tenemos y ahora rompieron todo», añadió la enfermera. «Hubo hurtos hacia los enfermeros, robo de los psicofármacos y objetos del hospital», cerró.
Ante los hechos, desde el gremio médico CICOP repudiaron lo ocurridos, y exigieron “mayor seguridad a los gobiernos provincial y municipal”. «Esta situación pone en evidencia la falta de medidas preventivas en los hospitales y centros de salud en donde las y los trabajadores estamos expuestos, incluso, a perder la vida en una guardia», alertó CICOP a través de un comunicado. Por este motivo, exigieron al gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal y al Ejecutivo municipal que «se refuerce la seguridad» en los centros de salud.
“Esta situación pone en evidencia la falta de medidas preventivas en los hospitales y centros de salud en donde los trabajadores estamos expuestos, incluso, a perder la vida en una guardia”, agregó el gremio. “Desde CICOP venimos exigiendo un protocolo de prevención de violencia que fundamentalmente ponga en funcionamiento medidas de prevención con personal policial durante las 24 horas en los ingresos, control de circulación interna con cuidadores hospitalarios, sistema de triage en todas las guardias, número adecuado de personal para evitar largas esperas y dispositivos de desagote con mayor cantidad de consultorios externos”, remarcaron los profesionales de la salud bonaerense.
En tanto, desde la comuna informaron que en estas horas comenzará a funcionar nuevamente el hospital y sus servicios. En este sentido, el subsecretario de Salud del municipio, Pablo Larumbe detalló: “Se arreglaron los caños, se repuso la medicación, el laringoscopio y el electrocardiógrafo. El municipio respondió enseguida ante la falta de estos elementos y la reparación del respirador y el desfibrilador que también rompieron”. De esta forma, el funcionario confirmó que tras la recuperación de algunos materiales desde las 17 vuelve a funcionar la guardia de adultos del Hospital Materno Infantil de Solano: “La guardia ya va a estar abierta para cualquier emergencia”. Según se detalló, ntre los elementos dañados había un desfibrilador y un respirador de última generación que cuesta más de 20 mil dólares.
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