El Gobierno eligió el mismo camino que utilizó con el día de los enamorados, colgó una bandera con la imagen de Justina Lo Cane como homenaje a todos los donantes de órganos.
En el momento en que falleció Justina esperando un trasplante de corazón, en 2017, más de 10.000 personas esperaban un trasplante y sólo donaban 13 de cada millón de habitantes.
A raíz de este caso, en julio de 2018 la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la nueva ley que regula el trasplante de órganos y tejidos llamada «Ley Justina» en su memoria.
En enero de este año el Incucai informó que el año pasado casi 3.000 personas recibieron órganos o tejidos, una marca histórica de donantes y trasplantes para el país.
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