
El descubrimiento, que implicó casi 20 años de investigación por parte de 90 científicos argentinos y cubanos, se trata de una inyección que está indicada para pacientes que presentan la enfermedad en forma avanzada.
En nuestro país, la comercialización del Racotumomab, tal como es el nombre de este nuevo fármaco, estará a cargo del laboratorio Elea bajo el nombre de Vaxira, y deberá ser cubierto por las obras sociales.
No se trata de una cura milagrosa que reemplaza a las terapias convencionales, sino que lo que genera esta inmunoterapia activa se traduce en una actividad antitumoral que colabora a preservar los tejidos que aún quedan sanos del paciente.
La administración de este medicamento se realiza con una inyección intradérmica y de acuerdo a las indicaciones de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) las primeras cinco dosis se aplican cada catorce días. Luego el paciente recibe un refuerzo de mantenimiento cada 28 días.
La aplicación de la vacuna es ambulatoria y otro punto a favor consiste en que las dosis, una vez asimiladas por el organismo, no producen vómitos, náuseas ni caída del cabello.
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