Investigadores del Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) trabajan en el desarrollo de organoides 3D, que imitan la estructura y la función de los órganos humanos, pero en miniatura.
El objetivo es probar nuevas terapias contra el cáncer y podrían convertirse en una mejor alternativa para reemplazar el uso de animales en los ensayos.
Uno de los métodos para armar este organoide es conocido como top down. Éste parte de biomateriales sintéticos y células aisladas que se combinan para formar una estructura que remeda o emula al órgano en miniatura.
El otro lleva como nombre bottom up mediante el cual se aprovecha la capacidad de auto-organización que tienen las células.
Hoy, la tendencia en el mundo es minimizar el uso de estos animales en ensayos pre-clínicos y potenciar la investigación con organoides. Evitar así el uso de ratones, no sólo porque es un método costoso y por el sufrimiento que implica para animales, sino también por la confianza en los resultados que se obtienen a partir de ratones que viven en bioterios totalmente asépticos.
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