El segmento de los productos naturales despunta en el negocio de personal care. De hecho, ayer la norteamericana P&G avanzó un casillero con su marca Herbal Essences.
Para un evento realizado en el hotel The Clubhouse, ubicado en el barrio porteño de Palermo, desembarcó desde Panamá el propio gerente de Latinoamérica para el negocio de Cuidado del Cabello, el colombiano Eduardo Fonseca.
El ejecutivo explicó a la prensa que la multi está apostando a este nicho ya que el segmento de productos naturales crece a ritmo sostenido en el continente. También avisó que Bio:Renew, su nueva línea libre de químicos se lanzó primero en México y ahora en la Argentina. La misma se manufactura en Iowa, Estados Unidos, y el plan es relocalizar su fabricación en México.
La firma convocó a la conductora y modelo Zaira Nara como la cara de Herbal Essences. Sin embargo Nara también había sido reclutada por L’Oréal Professional para otro producto que puja en el negocio de cuidado del pelo.
La empresa convocó esta semana además a los principales players del canal minorista para anoticiarlos de la iniciativa a la vez que para poner en caja a los productos y mostrarles el campo de la competencia. La firma encuadra a la marca como de entrada en el segmento premium y se alista para hacerle frente a Fructis de L’Oréal; Biferdil; Capilatis; Sedal de Unilever, y otras.
El encuentro, del que participó Pharmabiz, contó también con la presencia de Matías Prado, el gerente de producto de P&G para el negocio de Beauty en la Argentina. Y la celebrity elegida fue la modelo y conductora Zaira Nara, quien ya había actuado como embajadora de la marca siete años atrás.
Aunque Nara también había sido convocada por L’Oréal Professional tan solo cinco meses atrás a fin de promocionar su tratamiento Power Mix que aporta nutrición, hidratación y brillo. Son justamente los mismos atributos que la modelo linkeó con Herbal Essences en el evento de ayer a la noche.
P&G adquirió Herbal Essences en el 2001, cuando se hizo de la marca Clairol, la que perteneciera a la farmacéutica norteamericana BMS. La línea desembarcó en la Argentina recién una década después, bajo el sello de Procter.
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