Una clínica de cannabis medicinal comenzará a funcionar en Mendoza por iniciativa del médico Carlos Laje, que abrió el primer establecimiento de estas características del país en Córdoba.
La clínica servirá como un centro de consejería para las personas que la utilicen en tratamientos paliativos a base de aceite y otros derivados del cannabis.
El médico cordobés, quien es director del Instituto Argentino del Cannabis, declaró a Télam, tras dar una charla abierta en Mendoza sobre el uso medicinal del cannabis, que ya hay «más de diez médicos interesados en ser parte del proyecto de la clínica» en la provincia cuyana.
Sobre los objetivos de este espacio, Laje explicó: «Apunta a dar información sobre el cannabis medicinal, poder hacerlo accesible a las personas que lo requieran y poder también instruir sobre métodos de cultivo».
Ya se han empezado a entregar turnos para la atención de personas que requieran el tratamiento y la consejería será visitada una vez al mes por el profesional, explicó Laje, quien atenderá por primera vez a los pacientes el 25 y 26 de abril próximos.
En Mendoza, el coordinador de la logística del espacio que funcionará en la localidad de Guaymallén, es Gustavo Granella, presidente de la Asociación Redes Nueva Frontera.
La charla ofrecida en la ciudad de Mendoza se da en el contexto de un proyecto de ley que busca ser debatido en el Senado de la Nación, tras su aprobación en Diputados que autoriza el uso medicinal de aceite de cannabis para algunas enfermedades, y otro proyecto provincial de similares características en Mendoza que busca convertirse en ley, tras su media sanción en la cámara alta provincial, y que excluyen el autocultivo.
Sobre la lentitud en avanzar en un marco legal para el tratamiento paliativo a base de esta sustancia, el profesional evaluó que contribuyen «muchos años de acciones prohibitivas, muchos años de ignorancia sobre el tema» y una agenda que tanto del gobierno nacional como de los gobiernos provinciales «no está enfocada en el estudio del cannabis medicinal y tiene otras prioridades».
Y además destacó que «el avance sería el de sentar en la mesa de concertación a las agrupaciones que proponen el autocultivo, a quienes proponen la importación y todos generar solidariamente un sistema de salud cannábica que no deje excluido a nadie».
El profesional resaltó la importancia de tener «un medicamento accesible geográfica y económicamente» y destacó además que «tenemos más de 19 laboratorios públicos de producción de medicamento que podrían elaborarlo».
«Si lo pueden hacer en Estados Unidos, ¿por qué no lo podemos hacer nosotros? Si lo puede hacer una mamá autocultivando, ¿por qué no lo podemos hacer nosotros como argentinos?», se preguntó el profesional sobre la elaboración del aceite.
Sobre los usos del cannabis medicinal, Laje, explicó: «Se aplica para las mayorías de las enfermedades que tengan al humor y a la condición de ánimo a mejorar, problemas de sueño, para situaciones del dolor y sobre todo en situaciones en donde la alimentación no es buena».
Entre las enfermedades a tratar destacó las «mejoras ostensibles en la epilepsia refractaria» pero también subrayó que ayuda en Parkinson, Alzheimer, diabetes, hipertensión, autismo, trastornos del desarrollo y la atención, artritis, artrosis, fibromialgia, entre muchas otras patologías.
Laje dijo que es médico oftalmólogo, especialidad que también ejerce su padre, y anteriormente su abuelo, y comenzó a estudiar el cannabis medicinal hace cinco años cuando a su hija, Magdalena, se le diagnosticó glaucoma congénito agudo, un problema grave que, si no es tratado, puede provocar ceguera.
Su padre, también oftalmólogo, le acercó un artículo científico sobre el uso medicinal del cannabis y le aconsejó que estudiara esa línea como punto de partida mejorar y privilegiar la calidad de vida de su pequeña hija.
En la actualidad, en las clínicas que ya funcionan en las principales ciudades del país, se les da asesoramiento a más de 5.000 pacientes que utilizan este tratamiento, comentó Laje.
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