Pese a que es uno de los más fáciles de prevenir, el cáncer colorrectal (CCR) produce más de 13.000 casos nuevos al año en el país y más de 7.000 muertes. Las pruebas de rastreo son claves en el abordaje temprano de la enfermedad, por eso médicos argentinos desarrollaron en colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer (INC) una aplicación inteligente que asiste en el proceso de diagnóstico y seguimiento de los pacientes.
La “ventaja” que ofrece el cáncer de colon y recto es el tiempo. Es que en alrededor del 90% de los casos lo antecede una lesión precursora, el pólipo adenomatoso, que crece en forma lenta (puede tardar unos 10 años), lo que configura una ventana para detectarlo, extirparlo y evitar que se transforme en un tumor. En esa etapa, los métodos de pesquisa -el test de sangre oculta en heces y la colonoscopia, entre otros- son una pieza fundamental. Pero según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo,sólo una de cada cuatro personas de entre 50 y 75 años se realizó alguna vez una prueba de rastreo.
“Hay muchas barreras de acceso, de costos, de equipamiento. Pero la principal es la falta de conocimiento de la población y sobre todo de los médicos. El Estado desarrolló a través del Instituto Nacional del Cáncer unas guías de prevención del cáncer colorrectal, pero tienen tanta información que nos cuesta hasta a los gastroenterólogos y a los especialistas tener toda esa data en la cabeza. Necesitamos que los médicos de cada rincón del país tengan una herramienta a mano que los asista para hacer la prevención que el paciente necesita”, sostiene en diálogo con Clarín Lisandro Pereyra, gastroenterólogo del Hospital Alemán, miembro de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (ENDIBA) y capacitador del Programa Nacional de Prevención y Detección del Cáncer Colorrectal (PNCCR), en el área de calidad en colonoscopia.
Junto con Leandro Steinberg (también de ENDIBA) y el programador Pablo Biasetti le dieron forma a esa herramienta, una aplicación gratuita para dispositivos móviles llamada Captyva. Es un calculador en el que volcaron toda la información contenida en las guías del INC y que, a través de algoritmos, asiste a los profesionales de la salud en dos etapas: la de pesquisa (si el paciente nunca fue sometido a un test de tamizaje para CCR) y la de vigilancia (si ya se hizo una prueba y desea saber cuándo debe ser el próximo control).
“Está pensado para que el médico ingrese en forma rápida y sencilla datos que recoge del interrogatorio con el paciente, como la edad, los antecedentes familiares o la presencia de algunas enfermedades (como enfermedad inflamatoria intestinal). A medida que se incorporan datos de interés para la patología, se expanden opciones y el calculador arroja recomendaciones sobre cuándo y cómo comenzar con los estudios”, explica Pereyra. Además, dispara alarmas si detecta la presencia de posibles síndromes genéticos heredo-familiares con altísimo riesgo de CCR (como el de Lynch), que muchas veces pasan desapercibidos.
«Es una herramienta de ayuda para que el médico acceda rápidamente a la recomendación para el paciente que tiene enfrente en base a sus antecedentes y características, sin necesidad de consultar guías y folletos«, describe a ClarínUbaldo Gualdrini, Presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE). La aplicación «busca trabajar sobre la barrera del conocimiento, para que los médicos sean vectores que estimulen a la población a la prevención antes de la aparición de los síntomas», añadió quien es también coordinador del Programa Nacional de Prevención y Detección del Cáncer Colorrectal y miembro del Servicio de Coloproctología del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos B. Udaondo.
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