La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el primer medicamento a base de cannabis para tratar la epilepsia en niños.
Es un jarabe aprobado para usar en pacientes a partir de los 12 (doce) años de edad en adelante y para tratar dos tipos de pacientes epilépticos: los que sufren síndrome de Dravet y los que padecen el síndrome de Lennox-Gastau.
Está elaborado por GW Pharmaceuticals que lo definió en un comunicado como la “primera fórmula farmacéutica de cannabidiol (CBD) altamente purificado a base de plantas, un canabinoide que carece de la alta asociación con la marihuana, y el primero en una nueva categoría de medicamentos antiepilépticos”.
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