El decreto, firmado por el presidente Alberto Fernández, amplía la emergencia sanitaria a un año y ordena la suspensión por 30 días de los vuelos internacionales provenientes desde las zonas más afectadas por el coronavirus, entre otras medidas de prevención para hacer frente a la pandemia.
A partir de ahora, la cartera sanitaria nacional está comprometida a brindar informes diarios, instrumentar el «aislamiento obligatorio» de manera preventiva durante 14 días para quienes ya cuenten con el diagnóstico por coronavirus, a quienes hayan arribado al país desde las «zonas afectadas» y a quienes revistan la condición de «casos sospechosos».
Según se informó desde la Presidencia de la Nación, «no podrán permanecer en el territorio nacional los extranjeros no residentes en el país que no den cumplimiento a la normativa sobre aislamiento obligatorio y a las medidas sanitarias vigentes, salvo excepciones dispuestas por la autoridad sanitaria o migratoria».
El decreto también abre la posibilidad al «cierre de museos, centros deportivos, salas de juegos, restaurantes, piscinas y demás lugares de acceso público», así como también los espectáculos masivos.
Por otro lado, el Gobierno instruyó que los ministerios de Salud y de Desarrollo Productivo «podrán fijar precios máximos para el alcohol en gel, los barbijos, u otros insumos críticos».
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