Esta guía se aplica «a cualquier dispositivo médico comercializado y distribuido, como aquellos que contienen software (incluido el firmware) o lógica programable. Así como también, el software que es un dispositivo médico, incluyendo aplicaciones médicas móviles», describió la FDA el 28 de diciembre pasado en su sitio web.
Los hackers están «continuamente» fijando como blanco los dispositivos médicos y hospitales, advirtió la FDA. Por esa razón, -consideró- los fabricantes deben mantener un alerta de forma constante y asegurarse de poder reparar las fallas encontradas en los aparatos.
La publicación con las recomendaciones se encuentra disponible en el sitio web de la FDA.
«Las amenazas en ciberseguridad son reales, presentes y están cambiando continuamente», escribió en un blog Suzanne Schwartz, directora asociada de FDA en el centro de dispositivos y medicina radiológica.
«Las redes hospitalarias experimentan constantes intentos de intrusión y ataque, lo que se puede traducir en una amenaza para la seguridad del paciente», agregó.
Por tal motivo, recomendó que los fabricantes necesitan monitorear constantemente las amenazas, detectar vulnerabilidades en el código en el cual corren los dispositivos, evaluar el potencial daño que tienen los productos y asegurarse de poder actualizar los artefactos para cerrar cualquier fisura.
El año pasado, además, algunos hospitales de Estados Unidos fueron víctimas de ataques de ransomware, un software malicioso que encripta los datos y demanda una suma de dinero para poder liberarlos.
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