De acuerdo a una resolución del Ministerio de Salud de la Nación – que lidera Carla Vizzotti – publicada en el Boletín Oficial, esta medida fue tomada debido a que estos dispositivos se promueven para ser utilizados en reemplazo de los cigarrillos convencionales, especialmente en los lugares donde se prohíbe fumar, «aduciendo que están desprovistos de los efectos deletéreos de los productos de la combustión del tabaco”.
La prohibición alcanza además a todo tipo de accesorios destinado al funcionamiento de dichos sistemas o dispositivo, así también como a cartuchos y barras de tabaco para ser calentadas.
Desde el Ministerio de Salud señalaron que el impacto del consumo de tabaco en la República Argentina fue estimado en 45.000 muertes (14% de todas las muertes), 19.000 diagnósticos de cáncer, 33.000 neumonías, 11.000 accidentes cerebrovasculares y 61.000 hospitalizados por enfermedad cardiovascular, y más de 100.000 personas que cada año enferman de EPOC.
Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018, apenas el 1,1% de la población adulta consume cigarrillos electrónicos. Mientras que, según la Encuesta Mundial de Tabaco en Jóvenes del año 2018, su uso alcanzó al 7% de la población de 13 a 15 años.
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