Según datos del Ministerio de Salud bonaerense la mortalidad infantil cayó 0,6 puntos en 2018, lo que la transformó en la más baja de la historia.
Dicen que el cumplimiento del calendario de vacunación fue clave y es un logro que consolida la tendencia de los últimos tres años.
Esta caída representa 217 muertes menos, ya que pasó de 9,5 en 2017 a 8,9 en 2018.
“Pudimos anunciar este logro que nos llena de orgullo porque es el resultado del trabajo que hacemos todos los que integramos el equipo de salud y el gobierno de la Provincia y que consolida una tendencia de los últimos tres años”, dijo el ministro Andrés Scarsi.
La tasa de mortalidad infantil mide las muertes de niños y niñas menores de un año cada mil nacidos vivos en el término de un año. Sus principales causas son la prematurez y el bajo peso al nacer, las infecciones respiratorias y las malformaciones congénitas, entre otros factores
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