El Día Mundial del Sueño se celebra hoy y es promovido por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por su siglas en inglés) quienes intentan aumentar la conciencia social sobre los trastornos de sueño y el problema que estos representan para la sociedad.
«Las personas sanas, que no tienen enfermedades del sueño, duermen mal por pautas culturales, demandas sociales, horarios rotativos o características de su trabajo, ven deteriorada su cantidad y calidad de sueño», agregó el especialista.
Sin embargo, hay mitos instalados sobre qué se debería hacer (y qué no) antes de ir a dormir para poder descansar bien, que Pérez Chada separó y expuso:
Qué hacer
- Dormir en un ambiente con la mayor aislación del ruido posible
- La temperatura en la habitación no debe ser alta
- Mantener regulado el horario para irse a dormir
- Evitar la actividad física muy intensa en las horas previas
Qué no hacer
- Beber alcohol: muchos creen que van a tener un sueño mejor. Puede inducir un sueño muy profundo, pero cuando se disipa los efectos del alcohol, las personas entran en una situación de sueño irregular, superficial y fragmentado
- No llevar comida ni trabajo a la habitación, porque esto distorsiona la percepción del cerebro de que este ambiente no se utiliza para dormir
- Evitar las comidas copiosas
- Evitar tomar café en grandes cantidades a partir de las 6 de la tarde
- Jet lag social: adicción hacia la tecnología en las noches donde el sistema nervioso central recibe una cantidad de luz muy importante a través del ojo y eso hace que el cerebro interprete que la noche es el día
Con respecto al sueño en los jóvenes y adolescentes, el médico añade que «está demostrado que los que menos duermen tienen menor rendimiento escolar. En en ellos es muy importante porque, a diferencia de los adultos, está bien reglado que deben dormir 9 horas porque los que duermen menos, según un relevamiento que hicieron en todo el país, tienen notas más bajas».
Fuente: La Nación
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