Pablo Ráez falleció rodeado de su familia en su casa de Marbella, sur de España, después de luchar casi dos años contra la enfermedad y registrar todo el proceso en las redes sociales con la etiqueta #siemprefuerte.
«Su cuerpo no ha podido soportarlo», dijo al diario «Sur» el padre del joven entrenador de crossfit, quien había recibido el diagnóstico de leucemia en marzo de 2015.
Una carta publicada por Ráez en Facebook en agosto de 2016 se hizo viral y terminó por disparar las donaciones de médula, que por ejemplo en Málaga aumentaron un 1.300 por ciento, según datos difundidos en los medios españoles.
En noviembre había recibido un segundo trasplante de médula, pero en enero sufrió una recaída.
«Estoy centrando en mí la poca energía que tengo para superar esta etapa, que está resultando difícil, pero no imposible», comentó en su Facebook. «Dan ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir», agregó.
La noticia de su fallecimiento llegó días antes de que el Ayuntamiento de su Marbella natal le entregara la medalla de la ciudad y conmovió a toda España. Además, se reflejó en una ola de mensajes en las redes sociales y de homenajes espontáneos.
«Nos ha dejado un luchador, un ejemplo de vitalidad. Mi recuerdo está con la familia de Pablo Ráez, un afectuoso abrazo», escribió Rajoy en su cuenta de Twitter.
El cantante Alejandro Sanz también celebró el «espíritu guerrero e indomable» del joven y el actor Antonio Banderas agradeció la «historia y ejemplo» del «héroe».
Por su parte el club de fútbol de Ráez, el Málaga, hizo un minuto de silencio antes del partido de primera división que disputó anoche frente al Eibar y sus jugadores lucieron brazaletes en señal de luto.
«Sólo los guerreros como tú vencen las grandes batallas», se leía en un cartel colgado en la tribuna.
Facebook
Twitter
RSS